MARIANO HEREDIA SOLEDAD
MUSICO DE DANZA DE QUETZALES
AYOTZINAPAN, CUETZALAN, PUE.
1993
La música de esta danza es ejecutada por una sola persona que utiliza una flauta de carrizo de pico de tres orificios de obturación y un tambor de doble parche.
LA FLAUTA
La flauta es “un tubo”, un carrizo de aproximadamente 28 centímetros de largo, la unidad de medida para obtener este carrizo es muy sencilla, Don Mariano extiende su mano y mide el carrizo tomando en cuenta la distancia que hay entre la punta de su dedo meñique y el dedo pulgar (una cuarta) y le agrega el espacio que abarca el ancho de tres de sus dedos juntos, el índice, el medio y el anular. Es una flauta de pico de tres orificios en la parte inferior, dos colocados al frente y uno en la parte posterior, estos tres orificios le han ganado el nombre de Flauta trifónica, nombre impropio si lo tomamos literalmente según su etimología: tri = 3, fono = sonido , tres sonidos, pues esta flauta alcanza todos los sonidos de la escala musical. Esto es posible regulando la vibración de la columna de aire en el interior del tubo, con la intensidad al soplar y abriendo y serrando los orificios inferiores.
EL TAMBOR DE DOBLE PARCHE
El tambor de doble parche que utiliza el músico de esta danza parece tener reminiscencia europea por la existencia de los dos parches, ya que en el México prehispánico existían tambores que solo poseían uno; es un tramo de un tronco de aproximadamente 20 centímetros de largo, generalmente de un árbol llamado carboncillo, éste se vacía hasta dejar un cilindro abierto por los dos lados, ambos lados se cubren con piel de chivo que se sujetan a dos arillos, con otros dos arillos se entreteje un cordón de ixtle o de plástico y se tensa para afinarlo.
Según la opinión de Don Mariano, la flauta representa a un pájaro quetzal y el tambor a otro, cuando ejecutan los sones de la danza “ES COMO SI LOS QUETZALES PLATICARAN” mientras los otros juegan; es decir; mientras danzan.
Universalmente se dice que la música se integra de tres elementos: ritmo, armonía y melodía; y nuestros indígenas con un gran sentido artístico y de equilibrio, completan este ciclo, así tenemos que la flauta es la encargada de la melodía, el tambor marca el ritmo y pareciera que nos falta el tercer elemento, la armonía, pero este elemento lo cubren los danzantes sacudiendo la sonaja.